Nadie diría que se puede comer, que se limpia y se pone a cocer, un laborioso trabajo que se puede hacer, es la borraja, revitalizará tu ser. Si con ella haces aceite mejorará la circulación, mitigará los dolores de espalda o riñones, hasta aliviará la hinchazón. Ella puede, depurar tu piel, hidratarla y hacerla rejuvenecer; nadie lo diría pero así es, muchos beneficios puedes obtener, si tienes huerto aprovecha su poder, pues si no te gusta infusión puedes hacer.
La inocencia aparece cuando la calma invade la mente, los sentidos se intensifican, se aprecia de otra forma la vida, aunque ésta sea diferente. Los detalles se embellecen, desaparecen los juicios, predominan los colores, las figuras y los sentimientos que nacen desde adentro; no existe el tiempo, sólo los momentos y las palabras que van desapareciendo...
Sus pinchos advierten, no dañan si lejos te mantienes, sin amenazas defienden su fruto de posibles depredadores.
Elévate hacia el Sol, despliega esas alas, disfruta de su luz y calor. En la noche te acompañará la luna redonda, te acogerá con todo su esplendor.
La magia está en los detalles, si te fijas en ellos, el mundo se convierte en un lugar de ensueño, pues éstos están en todas partes. En las hojas de una flor, en la grieta de una roca, el simple movimiento de las sombras convierte ese momento en único y completo.
Color de la pasión, de la sangre y dolor, rojo es el amor del corazón. Flores creadoras de sentimientos, magnífican con sus tonos sus encantos, hipnotizan al caminante que va de paso, al cartero que deja periódicos en los pueblos, a la abeja que posa sobre sus pétalos.
Pronto se caerán pero antes embellecen con su distinta tonalidad aun teniendo tanta fragilidad.
Qué tan únicos son los colores! , siempre nos sorprenden, aunque nuestro espectro parezca pequeño, ¡qué gran cantidad vemos! Desde los más simples a los más elaborados, cada uno vibra en diferente sonido, componiendo en su conjunto una melodia inaudible para nuestro oído, visible para nuestros ojos, perceptible en la sonrisa de un niño, que caminando por un parque, disfruta lo colorido.
Lo pequeño vive alegre, crece entre lo gigante, se beneficia de la sombra del grande, de la protección del entorno ante lluvias y vendavales.
En primavera hasta los pinchos se cubren de flores. Aquí, una aliaga embellece con su amarillo el ambiente
Como las estalagmitas, sus pinchos crecen hacia arriba, siendo vertical su tallo que se mantiene ante la adversidad, firme como un rayo.